El
fabricante aeronáutico Boeing perdió 3,004 millones de dólares en la
primera mitad del 2020, lo que supone casi cuadruplicar (un 278 % más)
las pérdidas de un año antes, afectado por la crisis del COVID-19 y la
paralización de los aviones 737 MAX.
Según la información
difundida este miércoles por la empresa estadounidense, sus ventas del
primer semestre cayeron el 25.73 % interanual, hasta los 28,715 millones
de dólares.
Su presidente y consejero delegado, Dave Calhoun,
explicó que la compañía está "tomando medidas proactivas para lidiar con
el impacto comercial sin precedentes de la pandemia", entre ellas
"ajustar la producción comercial" y "reducir los niveles de empleo".
Pese
al abultado incremento de las pérdidas en el semestre, sólo en el
segundo trimestre la compañía perdió 2,395 millones de dólares, un 18.6 %
menos que en el mismo periodo del año anterior. Sus ingresos, sin
embargo, descendieron el 25 %, hasta 11,807 millones de dólares.
Volviendo
al primer semestre, la empresa acumuló unas pérdidas puramente
operativas de 4,317 millones de dólares, cuatro veces más que los 1,030
millones de dólares perdidos un año antes.
"Estamos trabajando en
estrecha colaboración con nuestros clientes, proveedores y socios
globales para gestionar los desafíos de nuestra industria, tender un
puente hacia la recuperación y reconstruir para ser más fuertes" a la
salida de la crisis, apunt Calhoun en un comunicado.
Siguiendo
las indicaciones de los reguladores mundiales, Boeing está avanzando en
el regreso seguro al servicio del 737, incluida la finalización de las
pruebas de vuelo de certificación de la Administración Federal de
Aviación (FAA, en inglés).
El 737 Max fue penalizado en marzo de
2019 tras dos accidentes mortales, en Indonesia y Etiopía, que causaron
la muerte de 346 personas, lo que provocó enormes costes para Boeing y
llevó a la destitución de su responsable ejecutivo, dejando en
entredicho la solvencia de la compañía.
Boeing confía en que la
diversidad de su cartera equilibrada y su actividad en servicios
gubernamentales, defensa y programas espaciales le proporcionan una
"estabilidad crítica a corto plazo", a medida que toma medidas
"difíciles pero necesarias" para adaptarse a las nuevas realidades del
mercado.