El expelotero dominicano David ("Big Papi") Ortiz rechazó la versión
de su expareja Fary Almánzar y dice que es ella quien no acepta que la
relación de ambos terminó, lo que ha provocado que la situación se haya
salido de control hasta afectar al hijo de ambos.
Afirma que es
la madre del menor que “no quiere aceptar” el fin de la relación
extramarital que han mantenido, en contra de lo que ella dijo el lunes,
cuando afirmó que es él quien la amenaza por su negativa a continuar.
La semana pasada, la Procuraduría General de la República informó que Almánzar denunció en mayo pasado a Ortiz por violencia.Un día después, los abogados de "Big Papi" aclararon que la denuncia se
refiere a "violencia psicológica" y no a una agresión física.
El detonante del enfrentamiento es, precisamente, la casa de Samaná que la mujer se niega a desalojar, según dichos abogados.
De acuerdo
con la defensa de Ortiz, este pidió a la mujer que se mudara a un
apartamento de lujo comprado por el expelotero para esta y su hijo en un
sector exclusivo de Santo Domingo.
Almánzar se niega a mudarse,
según lo que declaró a CDN, porque el apartamento está ubicado en el
edificio donde vivía César Emilio Peralta, un supuesto narcotraficante
dominicano arrestado en diciembre en Cartagena, Colombia, luego de
permanecer casi cuatro meses prófugo, por lo que ella no se siente
segura en el lugar.
Ortiz, quien está casado y reside en EE.UU, habló en una entrevista con el canal CDN, canal 37.
Ortiz,
de 44 años, tiene otro caso abierto en la República Dominicana, donde
en junio del año pasado fue tiroteado, supuestamente por equivocación,
en un bar de la capital del país, hecho por el que hay 14 personas en
prisión.
"Big Papi" tuvo que someterse a varias operaciones quirúrgicas en Santo Domingo y después en Estados Unidos.
El
presunto autor de los disparos, según las autoridades dominicanas,
buscaba a otro individuo, relacionado con el tráfico de drogas.