El COVID-19 hizo presencia en La Romana el 21 de marzo, cuando
registró sus dos primeros casos. Para ese día, las provincias vecinas
de La Altagracia y San Pedro de Macorís ya tenían seis y siete casos,
respectivamente. Nada de qué alarmarse, todavía.
El 27 de abril,
la “Flor del Este” le rebasó a La Altagracia al contabilizar 121
personas afectadas por el virus. Entre los días 15 y 17 de mayo, en La
Romana se formó un pico de 118 nuevos positivos, tras detectarse un
brote en la cárcel preventiva de esa ciudad que arrojó 76 internos con el virus, con más de 350 pruebas que se aplicaron.
Mientras La Altagracia
presume haber controlado la pandemia con una curva inclinada hacia
abajo en el número de casos acumulados, que se sitúa en 231, en La
Romana los infectados siguieron en ascenso, y con los 430 que registró
el boletín epidemiológico #64 de este viernes, tiene más casos que las demás provincias del este juntas.