La disputa entre Estados Unidos y China sobre la gestión de la crisis
del coronavirus por parte de la OMS va en aumento, mientras el mundo
quiere estrategias conjuntas y acelera la búsqueda de una cura contra el
coronavirus, que ya se ha cobrado más de 318.000 vidas.
Acusando
a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ser una "marioneta de
China", donde brotó el virus a fines de 2019, el presidente
estadounidense, Donald Trump, amenazó con congelar indefinidamente el
financiación a esa agencia de la ONU e incluso con retirar la membresía
de su país si no hacía "mejoras sustanciales" en 30 días.
En respuesta, el gobierno chino acusó este martes a Trump de utilizar a China para "eludir sus obligaciones" ante la OMS.