La
epidemia de coronavirus va a provocar que el crecimiento del consumo de
petróleo sea en 2020 un 19% menor del calculado hasta ahora, según
anunció este miércoles la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) en un informe que advierte de que el impacto de esta
crisis añadió incertidumbres sobre la marcha de la economía global.
“La
principal razón tras esta revisión del crecimiento de la demanda y, por
tanto, de la demanda de crudo de la OPEP, es el brote de coronavirus y
su esperado impacto en la demanda de petróleo de China y, por extensión,
del mundo”, señala el grupo energético en su análisis del mercado,
publicado en Viena.
El nuevo calculo sitúa el consumo mundial de
crudo durante este año en 100.7 millones de barriles diarios (mbd),
230,000 barriles al día menos de la estimación hecha el mes pasado,
antes del estallido de la epidemia que ha causado ya más de 1,000
muertes.
“Se
prevé que el crecimiento de la demanda de petróleo en China se
ralentice respecto al año pasado, reflejando una menor actividad
económica”, dice el reporte, señalando que en la revisión pesa
principalmente los cambios en el consumo de combustible para transporte,
especialmente el aéreo.
La OPEP señala que el momento del
estallido, cuando millones de chinos viajan para visitar a sus familias
por las festividades del Año Nuevo lunar “ha exacerbado el impacto en la
demanda del combustible de transporte”.
La OPEP señala que la
demanda china, uno de los principales consumidores de crudo del planeta,
será en la primera mitad del año unos 200,000 barriles diarios menos de
lo esperado hasta ahora.
“El impacto del brote de coronavirus en
la economía de China ha añadido incertidumbres alrededor del
crecimiento económico mundial en 2020, y por extensión, del crecimiento
de la demanda de crudo”, señala la OPEP, que indica que será necesario
seguir continuamente el desarrollo de la situación para calibrar la
implicaciones en el mercado petrolero este año.
El comité técnico
de la entidad y de sus aliados (OPEP +), presidido por Arabia Saudí y
Rusia, recomendó el pasado lunes recortes adicionales de producción
durante el segundo trimestre del año para hacer frente a la caída de la
demanda petrolera por el coronavirus.