Un grupo
de investigadores españoles ha detectado en la Antártida distintas
especies de mosquitos que, a consecuencia del calentamiento global y la
actividad humana han sido capaces de adaptarse y sobrevivir en el
continente helado. Y es que, aunque las condiciones extremas y el alto
grado de aislamiento de la Antártida suponen fuertes barreras para la
llegada de nuevos organismos, el incremento constante de las
temperaturas y la presencia humana en la región están permitiendo la
llegada de nuevas especies invasoras.
Entre ellas está la “Eretmoptera murphyi”, un “mosquito sin alas” que actualmente alcanza densidades de más de cientos de miles por metro cuadrado.
Entre ellas está la “Eretmoptera murphyi”, un “mosquito sin alas” que actualmente alcanza densidades de más de cientos de miles por metro cuadrado.