Manila.– El presidente de Filipinas, Rodrigo
Duterte, ordenó hoy al Departamento de Inmigración que deniegue la
entrada en el país a dos senadores estadounidenses que propusieron que
se prohíba viajar a Estados Unidos a funcionarios implicados en la
detención de la senadora opositora Leila de Lima.
Los senadores Dick Durbin y Patrick Leahy introdujeron en noviembre
una cláusula en el presupuesto estadounidense de 2020 que prohíbe la
entrada en su país a los funcionarios públicos filipinos involucrados en
lo que consideran el “injusto encarcelamiento” de la senadora, según
han informado medios locales filipinos.
La senadora Leila de Lima, una de las más firmes detractoras del
mandatario filipino, fue acusada de aceptar sobornos de narcotraficantes
tras abrir una investigación en el Senado sobre la sangrienta guerra
antidroga emprendida por Duterte -en la que se acumulan más de 27.000
muertos según la ONU- y está encarcelada desde febrero de 2017.
El portavoz presidencial, Salvador Panelo, anunció
la orden de Duterte en una rueda de prensa celebrada hoy en Manila en la
que tildó a los dos senadores estadounidenses de “arrogantes, mal
informados e ingenuos”.
Panelo también anunció que Duterte va a rechazar oficialmente una
invitación del presidente estadounidense, Donald Trump, a visitar
Washington, aunque aclaró que la decisión del mandatario filipino no
estaba relacionada con el presupuesto aprobado por Trump.
Además de tomar represalias al prohibir la entrada en Filipinas a los
senadores, Duterte ha amenazado con exigir visados a los ciudadanos
estadounidenses que quieran visitar el archipiélago si se cumple la
cláusula propuesta por Rubin y Leahy.
Filipinas es un aliado tradicional de Estados Unidos, que posee bases
militares en el país asiático, pero las relaciones entre ambos países
se han enfriado desde que Duterte obtuvo la presidencia en 2016 y
reorientara la política exterior hacia China y Rusia.