La Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) considera
que la República Dominicana debe lograr una cadena de pago saludable
para garantizar la sostenibilidad del sector eléctrico.
A pesar
de que grandes logros que se obtuvieron en 2019, según la ADIE, entiende
que existe la posibilidad de alcanzar mayores conquistas en el sector
eléctrico y de dar el impulso necesario si se realiza una mejor
planificación de la operación del sistema a corto, mediano y largo
plazo.
“Durante el 2019 ADIE resaltó la necesidad de planificar
con mayor precisión las operaciones del SENI, pues sin duda, esta es la
clave para evitar que sucesos cíclicos como las sequías, los
mantenimientos programados de plantas generadoras y el aumento del
calor, nos tomen desprevenidos y algunos sectores se vean afectados por
los apagones que programan las distribuidoras”, recordó Manuel Cabral,
vicepresidente ejecutivo de la asociación.
Destacó que también el sector financiero, con quien la ADIE tuvo
acercamiento, mostró interés en apoyar nuevos proyectos en el sector,
para lo cual necesitan que exista claridad, transparencia y respeto a
las legislaciones vigentes.
La ADIE se mostró confiada en un 2020
de mejor aprovechamiento de oportunidades para continuar con las
transformaciones que necesita el sector eléctrico y para ser el
verdadero acompañante del desarrollo del país.
Matriz de generación
La matriz de generación continuó diversificándose en el 2019.
Los
datos más recientes publicados por el Organismo Coordinador (OC)
indican que, en el mes de octubre, las fuentes primarias que
abastecieron la demanda del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado
fueron las siguientes: sol 1%, biomasa 1%, viento 3%, agua 6%, carbón
26%, gas natural 27% y, derivados del petróleo 36%.
Con la
conversión a gas de plantas que ahora operan con derivados del petróleo y
con la entrada de nuevos proyectos de energía renovable, se espera que
la matriz en 2020 presente importantes variaciones incrementando el gas
natural a un 39%.
Empresas distribuidoras
Según
los datos publicados por la Corporación Dominicana de Empresas
Eléctricas Estatales (CDEEE), en su informe de desempeño, las empresas
distribuidoras de electricidad compraron la energía a un precio promedio
de 13.34 centavos de dólar por cada kilovatio-hora mientras que lo
vendieron a un precio promedio de 15.61 centavos de dólar obteniendo un
margen de 2.27 centavos de dólar.
Las pérdidas de electricidad
continúan siendo el “talón de Aquiles” del sector, las cuales se
situaron en 27.1% en el periodo de enero a septiembre de 2019, de
acuerdo con los datos ofrecidos por CDEEE. Edeeste sigue siendo la
distribuidora con mayores niveles de pérdidas las cuales permanecen en
37% igual que en el mismo periodo de 2018. Edenorte redujo sus pérdidas 2
puntos porcentuales en comparación con el año pasado quedando en 22%,
mientras que Edesur logró reducir 3 puntos colocando sus pérdidas
también en 22%.
Energía limpia
El año 2019 podría cerrar con 253 MW nuevos de energía limpia. Haciendo
un balance de los resultados del sector eléctrico en 2019, la
Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) informó que este
año se han incorporado más de 180 megavatios adicionales de energía
renovable con la entrada en funcionamiento de nuevos parques de
generación solares y eólicos impulsados por el sector privado.
Reveló
que antes de finalizar este año se espera que entren al sistema otros
73 megavatios con la inauguración de un parque eólico en el norte del
país y otro solar en la zona sur, con lo cual este año cerraría con 253
MW nuevos de energía limpia.
ADIE comunicó que para el inicio
de 2020 alrededor de 80 megavatios más podrían sumarse a la matriz de
generación cada día más diversificada con la que cuenta República
Dominicana.
A esta oleada de energía renovable en la que el
sector privado está invirtiendo, se le sumará el aumento del gas natural
en la matriz de generación próximamente con la conversión de plantas
que operan con derivados del petróleo. Estos nuevos proyectos aportarán
más megavatios de energía limpia y a precios competitivos para el país.