José Ignacio Álvarez Durán, considerado uno de los narcos dominicanos
más violentos de la década de los noventa y que fue extraditado este
año desde la República Dominicana, acusado de secuestrar, torturar y
asesinar a José Miguel Méndez en 1999, enfrenta una condena de cadena
perpetua.
La fiscalía dijo que Álvarez fue presentado ante la jueza federal Katharine H. Parker.
El
caso está asignado a la célebre jueza Kimba M. Wood, quien a tuvo a su
cargo el proceso al excapitán del Ejército Nacional Dominicano, Ernesto
Quirino Paulino Castillo (El Don), sentenciado a 10 años en una cárcel
federal.El fiscal Geoffrey S. Berman dijo que como se alega, José Álvarez
participó en el atroz robo y asesinato de José Miguel Méndez. Álvarez
fue extraditado de la República Dominicana el 25 de agosto y ahora
enfrenta cargos en un tribunal estadounidense por el crimen.
Fue
entregado por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DCND) en Santo
Domingo a alguaciles federales de Estados Unidos, que lo escoltaron en
el avión hasta Nueva York.
El agente especial a cargo John B. de
Vito dijo que Álvarez participó en el violento asesinato de Méndez hace
aproximadamente 20 años.
“A través de los esfuerzos diligentes y constantes de los agentes de la Agencia Federal de Armas, Tabaco y Alcohol (ATF)
que trabajó junto con nuestros socios estatales, locales y federales de
la ley, Álvarez, finalmente enfrentará la justicia por sus crímenes”,
añadió de Vito.
El expediente, que no fue sellado como muchos en
el caso Quirino, alega que Álvarez, junto con otros cómplices, planeó
robar y matar a Méndez para obtener dinero e invertirlo en un robo de
drogas en Puerto Rico.
La noche del robo y asesinato Álvarez y
sus cómplices emboscaron a Méndez dentro de un apartamento en El Bronx,
donde lo amarraron con cinta adhesiva, lo quemaron e interrogaron.
Luego
Álvarez y uno de sus cómplices llevaron a Méndez a un lugar en el Alto
Manhattan, donde lo ejecutaron de un balazo en la cabeza.
Álvarez
es acusado de un cargo de asesinato en un crimen relacionado al tráfico
de drogas y e imputado por ayudar e instigar el homicidio, lo que
conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua y mínima de cinco años
en prisión. También enfrenta un cargo y por matar a otro y ayudar e
instigar el crimen, mientras se dedicaba al tráfico de drogas, que
conlleva una sentencia mínima obligatoria de 20 años en prisión y la
máxima sentencia de cadena perpetua.
El fiscal Berman elogió el
excelente trabajo de la ATF, el Departamento de Policía de la Ciudad de
Nueva York (NYPD) y los agentes especiales de la Oficina del Fiscal de
los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.