JERUSALÉN — Los cristianos celebraron el viernes el
regreso a Tierra Santa de una pequeña reliquia de madera que creen que
perteneció al pesebre de Jesús, casi 1.400 años después de que fuese
enviada a Roma como regalo para el papa.
La reliquia, que tiene el tamaño de un pulgar, fue presentada ante
los fieles en la capilla de Nuestra Señora de Jerusalén para una jornada
de celebración y oración.
El
sábado se trasladará a su ubicación definitiva en la iglesia
franciscana de Santa Catalina, cerca de la Iglesia de la Natividad, en
Belén, un lugar sagrado en Cisjordania donde, según la tradición
cristiana, nació Jesús. Su llegada coincidirá con el inicio del
Adviento, el periodo de cuatro semanas previo a la Navidad.
El Vaticano explicó que el papa Francisco devolvió la reliquia al
custodio de los lugares religiosos católicos de Tierra Santa como un
regalo.
De acuerdo con la tradición cristiana, José y María fueron a Belén
para registrarse en el censo romano. Al no conseguir posada, se
refugiaron en un pesebre de animales donde ella dio a luz. La idea de
que el hijo de Dios nació en un ambiente humilde es un concepto central
de la teología cristiana.
San Sofronio, patriarca de Jerusalén, envió una
estructura de madera _que los cristianos creen era parte del pesebre_ al
papa Teodoro I alrededor de 640, cuando los musulmanes conquistaron
Tierra Santa.