El espionaje usado como arma política para afectar a los contrarios
con la divulgación de contenidos de conversaciones privadas de llamadas
telefónicas ha tomado cuerpo en las últimas semanas en el país.
El
hecho más reciente es la filtración de una llamada telefónica privada
entre los diputados Rubén Maldonado y Henry Merán, en la que el primero
revela que quemaría la Cámara Baja sí cancelan a varios empleados del
bloque del nuevo partido La Fuerza del Pueblo.
Ya antes Lucía
Medina, hermana del presidente de la República, había dicho que el
Departamento Nacional de Información vigila y obtiene informaciones de
los contrarios al gobierno, como un “ Gran Hermano”.
Otro ejemplo de que el espionaje político fue cuando el presidente
Medina reveló, ante decenas de dirigentes del Partido de la Liberación
Dominicana, que en la oficina de Eduardo Sanz Lovatón, dirigente del
Partido Revolucionario Moderno, se celebró una reunión entre seguidores
de Leonel Fernández y Luis Abinader para un acuerdo unitario.
Esa
actividad no es nueva en el país. Se recuerda que raíz de la crisis
post electoral de 1978 se filtró una conversación entre el extinto
Salvador Jorge Blanco y José Marcano sobre una falsificación de actas en
el Congreso Nacional que facilitaron el llamado “Fallo Histórico”,
mediante el cual se le otorgó la mayoría en el Senado al extinto Joaquín
Balaguer.
“Eso nunca se ha hecho- habla Maldonado- en la vida.
El PRM, los reformistas, el PRD, nosotros cuando estábamos en la
oposición, el personal de nosotros en la Cámara de Diputados siempre se
respetó. Los presidentes siempre han respetado la autodeterminación de
los empleados de la Cámara de Diputados. Si intentan eso lo juro por
Dios que se quema la Cámara de Diputado”.
Hasta ahora se
desconoce si la conversación fue grabada por algún organismo de
seguridad del Estado o por una de las agencias o personas que en el país
se dedican a esa actividad, y, además, quien la filtró a los medios de
comunicación.
El desarrollo de la informática pone en mano de
cualquier avezado ciudadano el instrumental para obtener informaciones
de terceros a través llamadas telefónicas, correos electrónicos, las
redes sociales u otros medios.
Tampoco se sabe si la grabación de
la conversación entre Maldonado y Merán, dos seguidores del ex
presidente Leonel Fernández, fue autorizado por un juez, como indica la
ley.
La filtración del audio de la conversación ocurre la tras la
situación creada dentro del Partido de la Liberación Dominicana luego
de la salida de Fernández y sus seguidores.
Maldonado, ex
presidente de la Cámara de Diputados, calificó la filtración de la
conversación con Merán como “una violación de los derechos ciudadanos de
dos diputados de la República Dominicana”.
Aunque siempre ha
existido, el espionaje con fines político en el país, muy pocas veces ha
salido relucir a los medios, como está ocurriendo en la actualidad.