Doña Brunilda Frías, de 42 años de edad, no soportó ver que a casi
dos años del asesinato de su hija Yareimy Féliz, de 19, su exmarido y su
asesino, camine libremente por las calles presumiendo de “bonitillo” y
colgando fotos en las redes sociales.
La pasada semana la impotencia rebosó la capacidad del corazón de
Brunilda y murió de un infarto, dejando huérfano a dos hijos, uno de los
cuales tiene seis años de edad.
“Ella no superó esa terrible muerte de su hija, por la forma en que
su expareja, Alexander Sánchez, la asesinó. Brunilda tuvo solo unos
meses más o menos tranquila, pero últimamente empezó a ver a ese verdugo
que pasó por el frente de su casa en un motor y veía las fotos recién
colgadas en redes, y eso la llevó a la tumba”, dijo la señora Martina
Flete, abuela de Yereimy.
El 17 de diciembre cuando Sánchez golpeó y estranguló a su hija, esta
tenía dos meses de parida, y tuvo que hacerse cargo de la niña.
Tras esta muerte, la infante quedó a cargo de su bisabuela, Martina, de 62 años de edad.
Flete narró que luego de que Alexander pasara por la casa de la madre
de Yareimy, esta no dejaba de dar gritos y decir “mira el asesino de mi
hija como anda luciéndose por las calles”.