José Esmerlin, una de las supuestas víctimas de las acciones ilegales
de la exfiscal de Montecristi Lisset Núñez Peña fue ayer con
intensiones de encadernarse frente a la Procuraduría general a reclamar
justicia, pero antes de que lo hiciera fue enviado a buscar desde el
despacho del procurador.
Sentado en una silla de ruedas que ocupa desde el 2014, cuando dijo fue
“emboscado” por un grupo armado encabezado por la exfiscal , herido por
17 balazos incluido uno que le afectó la médula espinal, y despojado de
RD$120,000, el joven narró con impotencia el drama que vivió hace cinco
años sin que hasta ahora se le haya hecho justicia.
Dijo que vive en Dajabón y el día de su “desgracia” regresaba de
Santiago con RD$120,000 , que le envió su mamá desde Italia para pagar
un carro de 1989 que él tenía.
“Cuando llegué el banco estaba cerrado y regresaba con el dinero cuando
siete personas, incluida la exfiscal, me salieron al frente con armas de
todo tipo. Uno que tiene una mano mocha me hizo un disparo en el baúl
de carro y yo doblé para Castañuelas y cuando llegué al Cuartel de la
Policía de La Mata, no había nadie para asegurarme que eran policías lo
que me perseguían”, dijo.
Agregó que volvió a montarse en su carro y llegó al Cuartel de los guardias y allá el grupo lo estaba esperando.
“Me propinaron 17 disparos y uno me dio en la médula espinal
dejándome una lesión permanente de por vida, inválido. Ya tengo cinco
años pidiendo justicia y no se me hacen caso”, dijo el joven de 25 años
de edad que andaba acompañado de su madre Melba Mairení Estevez y de su
abogado Miguel Ureña.
“Su intensión era encadenarse porque es de la única manera que este país
entiende, protestando, exigiendo, porque desde el 20014 está en ese
estado y aún así lo más cuestionable es que esa persona (exfiscal)
estuviera vigente desempeñando un rol dentro del estado dominicano”,
dijo el abogado Ureña