El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta,
hizo un llamado a las autoridades del gobierno y a la sociedad en
general para que se diseñen y desarrollen “de manera urgente” nuevos
planes y proyectos para fortalecer las familias y rescatar a las que se
encuentran desintegradas moralmente.
“La familia es hoy la principal prioridad de la iglesia y debe ser la
prioridad de toda la sociedad, porque sin familias no tendremos nación,
ni justicia, ni gobierno digno, ni organización, ni sociedad”, proclamó
el arzobispo ante varios cientos de fieles católicos que participaron
en el Primer Encuentro de Agentes de Pastoral Familiar.
Dijo que es primordial defender el matrimonio como institución de
origen divino y no sólo producto de la voluntad humana, ya que por su
índole natural el matrimonio y el amor conyugal están ordenados por si
mismos a la procreación y la educación de los hijos, que se ciñen como
su principal fin.
En la actividad, celebrada en el auditorio de la Casa de San Pablo,
los agentes de pastoral discutieron diversos temas y analizaron los
retos y las dificultades que enfrentan las familias dominicanas,
principalmente la “falta de valores morales, la violencia, la exclusión
social, las injusticias y los vicios que corrompen y tronchan las
aspiraciones de la juventud”.
Respaldados por los sacerdotes Pastor Ramírez, de la comunidad de Don Bosco, y Mario de la Cruz,
vicario episcopal de la Pastoral Familia y Vida, institución que
organizó el evento, el arzobispo Ozoria proclamó que en este momento la
iglesia local no tiene otra prioridad más urgente que la familia.
“De la familia proceden los hombres y las mujeres que conducen las
instituciones del país y que deben ser guías sociales, políticos,
religiosos y morales de la sociedad, pero si las familias fallan, si
están podridas, nuestros dirigentes y la misma sociedad también estarán
podridas”, precisó el Arzobispo. “De manera, pues, que si arreglamos las
familias, arreglamos la sociedad”, agregó.
Afirmó que si la primera sociedad es la familia, el primer núcleo
donde se forman los valores morales y sociales, es necesario entonces
atender de manera urgente el desarrollo integral y la convivencia sana
de las familias.
“Hago un llamado a los obispos auxiliares y vicarios encargados de
las cuatro vicarías territoriales, a los sacerdotes, los diáconos y
agentes de pastoral y a todos los que tienen alguna responsabilidad en
la pastoral familiar para que unan esfuerzos y trabajen arduamente para
fortalecer y rescatar de los males que puedan afectar a las familias en
todas las parroquias e instituciones de nuestra arquidiócesis”, enfatizó
Ozoria.
De su parte, el padre Mario de la Cruz, quien habló sobre la familia
en el plan de Dios, destacó la pastoral que través de la historia ha
desarrollado la iglesia católica a favor de las familias en todo el
mundo y las exhortaciones de los papas para que los sacerdotes y obispos
tengan como una de sus misiones principales el cuido y la formación de
las familias.
“La familia es una preocupación permanente de la iglesia católica,
que la valora, defiende, alienta, apoya y educa, ya que la misma es
considerada una desafío de especial urgencia en la promoción humana”,
que además de la evangelización es misión universal de la iglesia de
Cristo, señaló.
Además el sacerdote resaltó que la familia es el patrimonio más
antiguo de la humanidad, iniciadora de toda experiencia humana, sin que
la anteceda ninguna otra institución; y por ser, junto a la vida, uno de
los bienes principales del ser humano y por valores que se aprenden y
se viven en ella la podemos reconocer como verdadero patrimonio de la
humanidad.