César Emilio Peralta cumple hoy 21 días de estrenar una nueva vida
como prófugo de la justicia dominicana y de los Estados Unidos.
Hace tres semanas que las autoridades dominicanas desplegaron a
quinientos agentes de seguridad en su búsqueda. Allanaron más de 50
propiedades en Santo Domingo, Santiago y La Romana y la señalaron como
el hombre más peligroso en el mundo del narcotráfico local, con un
negocio que tenía ramificaciones en las Antillas Menores y que tocaba
las costas norteamericanas.
César Emilio Peralta estuvo de larga fiesta durante el fin de semana
anterior a su arresto, del 16 de agosto al día 18, en un exclusivo
resort de la zona este del país, en la que se presentaron diversos
artistas y el capo tenía compradas varias mesas para él y los suyos.
Ese fin de semana fue vitoreado por uno de los cantantes de bachata
que se presentó en el evento, regocijado de que el señor Peralta
estuviera entre su público.
Su relación con el mundo del entretenimiento era hartamente conocida:
se le señala como propietario de diversas discotecas del Gran Santo
Domingo, donde se presentaban constantemente artistas urbanos y se
paseaban figuras del espectáculo nacional.
Esos centros nocturnos son señalados por las autoridades locales como
espacios para el lavado de dinero de sus ilícitos en el mundo de las
drogas.
Las maneras de su misterioso escape siguen siendo desconocidas hasta
el momento, haciendo flotar la tesis de que pudo haber sido alertado de
la orden de arresto en su contra.
La mañana de ese martes el procurador general de la República, Jean
Alain Rodríguez, y el director de la agencia antinarcóticos de
República Dominicana, DNCD, Félix Alburquerque Comprés, le definieron
como el capo más poderoso en el país, con un historial de 20 años en el
tráfico de estupefacientes entre Repúblicl martes tres de septiembre el periódico El Nacional reveló que dos
coroneles asignados a la Dirección de Drogas fueron detenidos en una
investigación por supuestamente haberle avisado a “César El Abusador”
que sería arrestado.
La información fue negada por la Procuraduría General de la República
y por personal de la DNCD, aunque un día después, el día cuatro, la
embajadora estadounidense en el país, Robin Bernstein, señaló en una
entrevista en el LISTIN el arresto de esos oficiales como parte del
trabajo conjunto que debe involucrar a la prensa, organizaciones no
gubernamentales y al gobierno para frenar al narcotráfico.
Desde entonces las autoridades nacionales han reivindicado su lucha
contra el narcotráfico y han asegurado que se mantienen trabajando de
manera activa para detener a “César el Abusador”.
En estos 21 días también se comentó con extraña insistencia que
Peralta estaba en medio de un proceso de negociación con las autoridades
para entregarse, a cambio de que dejen a su pareja, Marisol Franco,
madre de sus dos niños más pequeños, fuera del expediente de su banda.
Esa información fue negada por la fiscal del Distrito Nacional. La
esposa de Peralta fue enviada a prisión preventiva por tres meses ayer,
para así proteger su seguridad según dijo el juez José Alejandro Vargas,
que conoció su caso.
Las operaciones para detenerlo han llegado hasta comunidades como
Villa Altagracia y Montecristi, donde se desplegaron efectivos militares
para lograr su captura. No fue posible.
En la rueda de prensa en la que las autoridades nacionales revelaron
el supuesto entramado de la red de Peralta, se indicó que se trataba del
operativo antinarcóticos más grande en la historia del país.
Y sin embargo se escapó.