El presidente de EE.UU., Donald Trump, arremetió hoy contra los
líderes “corruptos” de Puerto Rico y les acusó de “robar todo lo que
pueden” a su Gobierno, en un momento de crisis política en la isla,
donde hay fuertes presiones para que dimita su gobernador, Ricardo
Rosselló.
“Están pasando muchas cosas malas en Puerto Rico. El gobernador está
bajo asedio, la alcaldesa de San Juan es una persona despreciable e
incompetente en la que no confiaría bajo ninguna circunstancia”,
escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter.
Las tensiones en la isla se deben a la divulgación del contenido de
un chat en el que Rosselló, junto a varios miembros de su círculo
íntimo, se mofaban e insultaban a periodistas, líderes políticos de
todos los colores, colectivos sociales y rostros conocidos.
Desde entonces, se han registrado protestas diarias para pedir la
dimisión de Rosselló, quien ha pedido perdón por el contenido del chat
pero ha reiterado que tiene previsto mantenerse en el poder.
Trump añadió que “el Congreso de Estados Unidos les entregó
estúpidamente 92.000 millones de dólares para aliviar (las necesidades
en la isla) por el paso de huracanes, y mucha de esa cantidad fue
malgastada o despilfarrada, y no se la volvió a ver”.
“Eso es más del doble de la cantidad que dimos a Texas y Florida
juntos. Conozco bien al pueblo de Puerto Rico, y son geniales. Pero
muchos de sus líderes son corruptos, ¡y están robando al Gobierno de EE.UU. todo lo que pueden!”, agregó.
El mandatario volvía así a exagerar la ayuda federal entregada a
Puerto Rico para su reconstrucción, porque al menos hasta mayo solo se
habían desembolsado 11.200 millones en ayuda federal y se habían
anunciado otros 41.000 millones.
Trump ha citado varias veces la cifra de 91.000 millones de dólares,
que parece derivar de un cálculo de una de las agencias gubernamentales
sobre la cantidad que podría dedicarse a la isla en las próximas dos
décadas si el programa de ayuda sigue activo, pero no encaja con los
fondos aportados hasta ahora