La controversial Orden Departamental 33-19 del Ministerio de Educación,
que plantea el diseño e implementación de una política de género, parte
del principio de que para lograr un cambio en el imaginario colectivo
hay que deconstruir los estereotipos de género que promocionan una
masculinidad y femineidad que perpetúan las desigualdades entre hombres y
mujeres, siendo la escuela portadora de avances o retrocesos.
En una forma de crear esa nueva mentalidad en la población, el
Ministerio de Educación estableció la Orden Departamental como un punto
de partida para dar inicio a la elaboración de la metodología de
política de género, un proceso que requiere la participación diversos
sectores de la sociedad.
El establecimiento de la OD 33-2019 despertó la alerta de la Iglesia
Católica y las comunidades evangélicas, quienes acusan al ministro
Antonio Peña Mirabal de dejarse presionar por organismos
internacionales, que buscan implantar la agenda LGBTI en el país.
La Orden Departamental. Según el Ministerio de Educación este material
tiene como objetivo promover el diseño e implementación de políticas de
igualdad de género en los centros educativos públicos y privados.
También tiene la finalidad de superar los niveles de desigualdad entre
niños y niñas y eliminar la brecha social que divide al país en materia
de género, promoviendo el carácter inclusivo, democrático, diverso y
plural del sistema educativo y buscando construir una sociedad con
igualdad, libre de prejuicios y discriminación por razones de género.
“A sabiendas que para lograr un cambio en el imaginario colectivo hay
que deconstruir los estereotipo de género que promocionan la
masculinidad y femineidad que perpetúan las desigualdades entre hombres y
mujeres”, establece el material.
Con la implementación de la política de género, se busca además recortar
las brechas que sufren las niñas y los niños en materia de tecnología,
ciencias y matemáticas.
Uno de los puntos a los que más referencia hace el Minerd sobre la Orden
Departamental es que da cumplimiento a lo establecido en los artículos
39 y 63 de la Constitución, en los que se tocan temas relativos a la
igualdad de derechos y a la educación no excluyente, de conformidad con
lo que establece la estrategia nacional de desarrollo.
El Minerd entiende que se han producido avances en la incorporación del
enfoque de igualdad de género en el sistema educativo, sin embargo, aún
se mantienen considerables brechas de desigualdad, por lo que se hace
necesario la implementación de la política de género.
Otras de las consideraciones tomadas en cuenta es la necesidad de
propiciar en el sistema educativo preuniversitario la perspectiva de
igualdad de género, como un compromiso de sustentar desde la temprana
edad la relación armoniosa entre los géneros.
Asimismo busca fomentar una nueva cultura de relación, tomando como
centro la formación y sensibilización de los niños, niñas y
adolescentes, lo que conlleva a la vez un cambio en la nueva generación.
El diseño. El diseño de la política de género es responsabilidad de la
Dirección de Equidad de Género y Desarrollo junto a los viceministerios
de Planificación y Desarrollo de Servicio Técnico Pedagógico.
Sumado a esto, el Minerd designó un comité asesor de carácter externo
compuesto por el Instituto de la Mujer y Familia de la Universidad
Autónoma de Santo Domingo, el Centro de Estudios de Género del Instituto
Tecnológico de Santo Domingo y el Ministerio de la Mujer.
Además la entidad que rige el sistema educativo dominicano cuenta con un
plazo de 60 días para la presentación de la metodología y el cronograma
de trabajo para luego proceder a llevarlo ante el Consejo Nacional de
Educación para su conocimiento, implementación y aprobación.