Legisladores demócratas que buscan llevar los reflectores hacia las
afirmaciones perjudiciales del informe del fiscal especial Robert
Mueller se concentraban el miércoles en los contactos en 2016 y Rusia
entre el equipo de la campaña presidencial de Donald Trump.
La Comisión de Inteligencia de la cámara baja invitó a dos exaltos
funcionarios del FBI a declarar sobre las implicaciones de la
investigación de Mueller en materia de contrainteligencia. Mueller no
halló que hubiera una asociación penal entre la campaña y Rusia, pero
detalló una serie de interacciones y comunicaciones que han alarmado a
los demócratas, algunos de los cuales han pedido que se inicien los
trámites para un juicio político y se profundicen las investigaciones.
El informe detalla más de 100 contactos entre Rusia y socios de
Trump, tanto en público como en privado, dijo el representante demócrata
Adam Schiff, presidente de la comisión. Entre ellos está la reunión de
junio de 2016 en la que Donald Trump Jr., hijo mayor del entonces
candidato, esperaba recibir información perjudicial de Rusia sobre su
adversaria demócrata, Hillary Clinton.
Trump hijo preveía declarar a puertas cerradas ante la Comisión de
Inteligencia del Senado, de acuerdo con dos fuentes familiarizadas con
el encuentro. Los senadores quieren analizar las respuestas que dio a
colaboradores del panel en una entrevista en 2017 y a otro panel del
Senado ese año.
Michael Cohen, exabogado del presidente, dijo a una comisión de la
cámara baja en febrero que había informado a Trump hijo una decena de
veces sobre un plan para construir una Torre Trump en Moscú antes de la
elección presidencial. Trump hijo declaró ante la Comisión Judicial que
tenía apenas un “conocimiento periférico” de la propuesta inmobiliaria.
Los dos exagentes del FBI que declaran en la audiencia en la cámara,
Robert Anderson y Stephanie Douglas, se retiraron de la agencia antes de
que comenzara a investigar la campaña de Trump a mediados de 2016. Al
invitarlos a ellos en lugar de los agentes que participaron de la
investigación, los demócratas ceden el escenario a funcionarios de
carrera que aparecen como más neutrales, sin el bagaje político que
cargan los críticos del presidente republicano, como el exsubdirector
Andrew McCabe y el exagente Peter Strzok, ambos despedidos el año
pasado.