El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia
(Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, consideró ayer inminente que se
apruebe la reforma al Código Penal, dada las nuevas formas de
criminalidad que no están tipificadas, como es el caso del sicariato.
“La modalidad del crimen cambió y nosotros estamos aplicando el derecho
penal sobre la base de un código que tiene 206 años”, afirmó el jurista,
a propósito del acto de sicariato del que fue víctima el expelotero de
Grandes Ligas David Ortiz.
“Si hay un caso donde se debe tener sumo cuidado es ese, porque los ojos del mundo están puesto sobre él”, dijo.
Señaló que muchos otros casos se “caen” en los tribunales porque el
Ministerio Público, haciendo sus mayores esfuerzos, no puede reunir los
elementos constitutivos de conductas delictivas que no figuran en la
legislación penal vigente.
“Si el problema son las tres causales del aborto, vamos a dejárselo a
una ley penal y aprobemos el actual proyecto del Código Penal, que
contempla 53 nuevos tipos penales”, insistió.
Además de la despenalización del aborto, Castaños Guzmán atribuyó el
impasse de esta reforma a los tipos penales relacionados a la corrupción
que contempla este proyecto.
1. Adaptarse
Finjus sostiene que el actual Código Penal no está diseñado para
enfrentar las nuevas modalidades del crimen organizado, transnacional y
tecnológico, ni conductas antijurídicas tan diversas como el atraco, el
recién denominado secuestro exprés y otros.
2. Prioridad nacional
Para la fundación aprobar el código debe volverse prioridad nacional para enfrentar la inseguridad.