El presidente de Haití, Jovenel Moise, rechazó los cargos de
corrupción formulados por el Tribunal Superior de Cuentas en un informe
publicado a fines de mayo sobre la mala gestión de fondos públicos
durante la última década.
"Los miro a los ojos para decirles hoy: vuestro presidente, al que
ustedes votaron, no está involucrado en la corrupción", dijo Moise en
una ceremonia oficial en Puerto Príncipe.
"Las personas que han mal administrado o han usado mal el dinero del
Estado serán llevadas ante la justicia en un juicio justo, equitativo y
sin persecución política", agregó el presidente en su discurso en
creole.
El 31 de mayo, el Tribunal Superior de Cuentas presentó un informe de
más de 600 páginas sobre la mala gestión de la ayuda recibida de
Venezuela, un documento en el que Moise es acusado de estar en el centro
de un "esquema de desvíos de fondos".
Los jueces descubrieron que en 2014, para el mismo proyecto de
rehabilitación de carreteras el Estado, firmó dos contratos con dos
compañías con nombres diferentes, Agritrans y Betexs, pero que comparten
registro fiscal y personal técnico.
Antes de llegar al poder, en 2017, Moise estuvo al frente de
Agritrans, que recibió más de 33 millones de gourdes (más de 700.000
dólares, a la tasa de ese entonces) para este proyecto vial. La
actividad principal de la firma era, sin embargo, la producción de
bananas.
Para este proyecto, la compañía del actual presidente también recibió
un anticipo en efectivo, casi dos meses antes de la firma del contrato.
Otro proyecto de rehabilitación vial fue adjudicado a Agritrans en
2015 a pesar de la opinión desfavorable del Tribunal de Cuentas, que en
ese momento denunció una violación a las leyes de contratación pública.
"A los que piensan que hay algo que reprochar a la compañía que
dirigí antes de ser presidente, antes de ser candidato, les digo: que la
justicia haga su trabajo. La compañía está ahí y los documentos
existen", desafió el presidente.
El domingo, varios miles de haitianos manifestaron en Puerto Príncipe
y en las principales ciudades del interior del país para reclamar la
renuncia del mandatario.
En la capital, dos personas resultaron muertas por disparos de armas
de fuego al margen de las manifestaciones, que culminaron con graves
actos de violencia y algunas destrucciones materiales