El presidente de la organización, David Toribio Lantigua, informó que en el territorio nacional operan más de 1,700 empresas de esa índole, total que incluye a las que cumplen formalidades y también a clandestinas e ilegales que procesan y venden agua en violación de las leyes y “sin aplicar en lo más mínimo las buenas prácticas de manufactura”.
Valoró el interés del departamento universitario que informó haber detectado en los envases de embotelladoras establecidas en 13 provincias microorganismos contaminantes como “coliformes”, “Escherichia coli” y “aerobios mesofilos” de riesgo para la salud del consumidor.
Recomendó a las autoridades de la UASD trabajar en coordinación con el Departamento de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Salud Pública para establecer responsabilidades sobre contaminación y de las condiciones sanitarias en que operan las embotelladoras de agua para consumo humano.
Abogó por medidas necesarias, desde la clausura definitiva de las plantas hasta el otorgamiento de plazos para corregir irregularidades. Anunció que Adeagua se reunirá con los analistas químicos de la UASD para conocer en detalle los resultados de la indagación y determinar si alguno de sus miembros está involucrado en los defectos.
Explicó que el aval de “sello de calidad” que ampara institucionalmente a las embotelladoras pertenecientes a la asociación garantiza que son supervisadas sobre la calidad y sanidad de sus productos.
“Los principios de higiene que se aplican a los alimentos en el país están contenidos en el reglamente 52801 sobre análisis de riesgos de comestibles y bebidas”, informó.