La reunión de extrabajadores de la Central Termoeléctrica Punta
Catalina y el ministro de Trabajo, Winston Santos, concluyó ayer sin una
respuesta satisfactoria para los exempleados, quienes acusaron al
Gobierno de tener una complicidad con el consorcio Odebrecht.
Previo a que el ministro recibiera una comisión, los reclamantes
bloquearon el tránsito en la avenida Jimenes Moya con Independencia y
luego fueron dispersados por policías con bombas lacrimógenas.
“Ellos dijeron que no hay nada, para los que están afuera, que
todavía están en un acuerdo y están esperando respuestas. Nosotros ya no
estamos para respuestas”, explicó el vocero de los cancelados del
Consorcio, Jhonatan Báez. Báez llamó a todos los afectados a paralizar
el lunes las operaciones de la planta que en la actualidad opera en un
período de prueba