Tirso Mejía Ricart, dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM),
consideró que esa organización no debe aceptar que le sustraigan de los
escasos fondos que requiere para impulsar sus candidaturas.
Deploró que mientras al PRM le deducen recursos, el Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) malbarata y financia a su gusto a sus
candidatos con los recursos del Estado y cuando los dirigentes de
partidos que no son competitivos para el año 2020, tendrán amplios
recursos por satisfacer las ambiciones de sus principales líderes.
Consideró que la aprobación de la Ley 33-18 de Partidos establece un
régimen extremadamente “liberal”, pues permite manejar con simples
encuestas y convenciones muchas veces manipulables, aspectos tan
delicados como las postulaciones a todos los cargos de elección popular
que no sean el ya amplio 20% que pueden reservar las cúpulas
partidarias. Asimismo pone sobre el tapete implicaciones financieras y
políticas, desde la organización que está definiendo la Junta Central
Electoral (JCE) para cumplir esa normativa.
Citó que lo más grave de esas implicaciones, es que los partidos
Revolucionario Dominicano (PRD), Reformista Social Cristiano (PRSC) e
incluso los llamados emergentes, tendrán igual participación económica y
electoral en el 2020, pues recibirán recursos equivalentes al 20% de
los que el gobierno otorgará para gastos de los que participarán en el
certamen.
Citó que el PRM va a utilizar un padrón cerrado que abarcará a solo
varios centenares de miles de sus miembros que se pueden manejar
perfectamente con cuatro mil centros de votación en todo el país y mucho
menos miembros de seguridad y personal de la JCE para esos fines. Sin
embargo, tiene la desventaja de que al ser convocados a las primarias
muchos ciudadanos, entre éstos simpatizantes del PRM, se sentirán
presionados para votar por candidatos del PLD para no perder sus empleos
y programas de asistencia social del gobierno.
Indicó como la JCE deja fuera de ese proceso a los dominicanos en el
exterior; el PRM, como tiene la mayoría de militantes y simpatizantes;
deberá organizar por su cuenta y riesgo sus elecciones primarias.
Considera que ante ese esquema el “PRM es obligado a financiar las
primarias abiertas del PLD, aunque éste tiene a su favor tanto el
gobierno y con muchos de sus candidatos que devengan salarios y
prebendas de éste”.