El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina
Peña, declaró ayer que aún subsisten desafíos enormes dentro del Poder
Judicial y que viejos problemas se resisten a ser superados.
El también presidente del Consejo del Poder Judicial motivó a los
jueces a enfrentar juntos los desafíos e invitó a hacer de la justicia
“un derecho, un servicio y a honrarla con dedicación, eficacia y sentido
del deber”.
Durante su discurso de puesta en posesión, Molina Peña expresó que la
ciudadanía demanda más y mejor acceso a la justicia y que la mora
judicial atenta contra el derecho a la justicia en el país.
Sostuvo que la justicia necesita del gobierno, el Congreso, la
academia, la sociedad civil, los medios de comunicación y de la sociedad
dominicana, al tiempo de considerar que la “justicia es el poder de los
que no tienen poder”.
Manifestó que la justicia vive de la independencia, pero no en el
aislamiento y que buscará el consenso político, el acuerdo social, el
sustento técnico que demanda una tarea tan desafiante. “El Poder
Judicial tiene que ser garante de derechos, del cumplimiento justo de
las leyes, carta de presentación de nuestra comunidad nacional ante las
comunidades del mundo como sociedad libre, regida por las mejores
aspiraciones de equidad y justicia”, acotó Molina Peña.
Víctimas vulnerables
A juicio de Luis Henry Molina, un gran desafío de la judicatura
dominicana es lograr plena garantía de acceso a la justicia para las
mujeres víctimas de violencia, los niños y adolescentes.
Fueron posesionados
Ayer fueron posesionados los jueces de la Suprema, Vanessa Acosta
Peralta, Samuel Arias Arzeno, Anselmo Alejandro Bello, Napoleón Estévez
Lavandier, María Garabito, Justiniano Montero Montero, Nancy Salcedo
Fernández y Rafael Vásquez Goico