El aspirante a la presidencia, Víctor (Ito) Bisonó, expresó su respaldo
al contenido del sermón de las 7 palabras, en el cual la Iglesia
católica hace fuertes críticas al sistema político, especialmente a la
“antidemocrática concentración de poderes que exhibe el gobierno”.
En opinión del aspirante, los cristianos representan una mayoría en el
país, con más del 80% de la población, por lo que el liderazgo religioso
tiene el deber de servir como interlocutor de las preocupaciones de la
gente.
Criticó que desde sectores del oficialismo se desate una guerra mediática contra la Iglesia.
“Cuando vemos que aquí la Constitución la ponen de relajo para servir a
las ambiciones del gobernante de turno, que intervienen los partidos
opositores, que no hay una sola condena a imputados de corrupción, que
el Poder Judicial lo convierten en comité de base y que acosan con todo
el peso del poder político a quienes cumplen con su misión, entonces
resulta muy difícil querer tapar el sol con un dedo y decir que todo
está bien”, precisó.
De seguir por ese camino, advirtió el diputado reformista por el
Distrito Nacional, no cabe la menor duda de que el desenlace será la
consolidación de un régimen dictatorial “y eso debe alarmar a todo
ciudadano comprometido con el bienestar del país”. “La historia está
llena de ejemplos con países que pensaron que estaban vacunados contra
el extremismo y luego, aparentemente por sorpresa, los madrugó el
terrible totalitarismo. Pero eso nunca pasa de la noche a la mañana,
sino que se va gestando con el tiempo. Hemos repetido y seguiremos
diciendo que nos encontramos ante un momento de inevitable transición,
lo cual trae grandes oportunidades, pero a su vez enormes desafíos”,
agregó.
El líder político puntualizó que así como se puede pasar página y
avanzar hacia un mejor destino, también se puede destruir todo si no se
actúa en el momento adecuado. “Ese momento es ahora y es cuando la
ciudadanía empoderada puede decirle basta ya al abuso de poder, a la
intolerancia, al chantaje. Esto debemos hacerlo de la mano del liderazgo
social y moral como las iglesias”, concluyó.