Abogados penalistas opinaron ayer que si existen dudas sobre la edad de
la niña que mató a otra en el sector Los Girasoles, en Santo Domingo
Este, se debe practicar una prueba odontológica, porque si tiene menos
de 14 años podría quedar libre.
Los abogados Ingrid Hidalgo y Félix Portes externaron la opinión al
referirse al caso de Chanel Marit Tiburcio, de 11 años, que murió tras
ser atacada por una compañera de estudios, de 13 años, al salir de la
escuela el miércoles a las 5:30 p.m., dijeron que se debe hacer un
experticio y recurrir a pruebas que hay para determinar la edad.
En caso de que la victimaria salga libre por ser menor de edad, los
padres de la víctima pueden demandar civilmente a sus padres por daños y
perjuicio.
Los padres de la agresora, que permanece en la Oficina de Atención a
Niños, Niñas y Adolescentes en el sector Villa Juana, dicen que ésta
tiene 12 años, versión que muchos dudan por su apariencia.
Portes citó la Ley 104-13, que modificó la 136-03 sobre el Código del
Menor, que indica que los menores de 13 años no deben ser procesados, ni
se les debe imponer medida de coerción con prisión, sino entregarlos a
sus padres.
Coincidió con Portes en que según las legislaciones vigentes, los
menores de 13 años no son responsables, por lo tanto no pueden ser
sancionados por la autoridad por cometer un crimen, sino entregados a
sus padres o tutores y velar que se integren a un programa de educación y
socialización.
Portes cita el artículo 340, literal A, de la referida legislación, que
indica que si el crimen lo comete un menor con edad entre los 13 y los
15 años, la sanción es de uno a 5 años de prisión.
El hecho que involucró a las dos menores ha causado gran consternación entre parientes, amigos y allegados de las menores.
Una amiga de Tiburcio narró que “cuando salimos de la escuela la otra
muchacha comenzó decirle a Chanel que era una cobarde y una miedosa,
entonces, Chanel se devolvió enojada y le dijo que no era miedosa, pero
la otra niña aprovechó y le fue encima, la tiró al piso y empezó a
pegarle en la cabeza contra el suelo”.