El derecho a un juez imparcial constituye una garantía fundamental
del debido proceso que condiciona la existencia misma de toda función
jurisdiccional, aseguró hoy Julio Cury.
Las declaraciones del jurista se producen a raíz de lo
sostenido por la magistrada Miriam Germán por haber integrado la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia en sendos recursos de casación en
los cuales figuró como parte el supuesto narcotraficante Richard Gloss
Ovalle o Richard Molina Ovale.Germán sostuvo que los recursos de casación no deciden “a favor o en
contra de una parte, solo decide si la sentencia recurrida fue dictada
de conformidad a la ley, es decir, no decidimos si alguien es culpable o
no, sino si la sentencia de los tribunales inferiores fue legalmente
dictada”, argumento con el que, al parecer, intenta justificar su
participación en el conocimiento y fallo de dichos recursos.
Sin embargo, Cury precisó que la imparcialidad judicial no es solo
predicable a los procesos en los que se juzga la culpabilidad o
inocencia, sino que es extensiva a absolutamente todos los asuntos
sometidos a la consideración de los órganos judiciales.
“La imparcialidad asegura que el juez sea un tercero ajeno a los
intereses en litigio, por lo que si se es amigo o enemigo de una de las
partes encausadas, su libertad de criterio estaría comprometida dada su
presumida posición anímica a favor o en contra”, expuso.
El jurista añadió que sin juez imparcial no hay propiamente proceso
jurisdiccional, por lo que consideró que la magistrada Germán debió
inhibirse de conocer los recursos de casación en los que figuró Gloss
Ovalle, quien según dijo la propia jueza durante su evaluación ante el
Consejo Nacional de la Magistratura, fue amigo suyo y quien construyó su
casa de Ocoa.
El jurista se mostró en desacuerdo con el criterio de Germán en torno
a los recursos de casación, manifestando que las sentencias que
intervienen acogen o casan el mismo, por lo que se falla a favor y en
contra de las partes. Asimismo, insistió en que toda acción judicial,
incluidos los recursos de casación, deben ser instruidos y decididos por
un tercero ajeno a los intereses en litigio y sus titulares.
“En su compromiso social los jueces deben administrar justicia
garantizando los derechos de las personas, siendo la imparcialidad un
valor y principio innegociables, por lo que cuando median lazos de
amistad con una de las partes, como el admitido por la magistrada Germán
con Gloss Ovalle, deben abstenerse de conocer de cualquier proceso
sometido a su jurisdicción”, puntualizó Cury.