El alcalde Edwin Ferreira realizó una radiografía profunda a los principales problemas que enfrenta el cabildo, por lo que señaló que las carencias más notables están en el sistema de agua potable, el servicio de salud, los servicios de recolección de basura, servicios funerarios, equipos para el cuerpo de bomberos y la falta de empleo para la población.
Sin embargo, solo recibe 7.4 millones de pesos al mes que no dan para cumplir con su carpeta de sueños para trasformar a Villa Altagracia en un municipio atractivo para los negocios y el ecoturismo.
“La situación económica del cabildo es precaria, por el bajo presupuesto que nos otorga el Gobierno central, y el entorno se complica con los altos precios de los combustibles y los materiales de construcción que necesitan los ayuntamientos para operar”, indicó Ferreira.
Precisó que los cabildos trabajarían de una forma más eficiente si se aplicara al menos un 6.7% del 10% del Presupuesto Nacional que, según la Ley 166-03, se debe distribuir entre los cabildos a partir del tamaño de su población.
Otro problema que, según señaló el funcionario, impide un buen funcionamiento del gobierno municipal es la recaudación de los arbitrios.
“En un pueblo tan pequeño como Villa Altagracia la gente se conoce y cree que por ser amigo de tal persona está exento de pagar sus impuestos”.
Es por eso que solicitó al Consejo de Regidores que descentralice el pago de los arbitrios, porque si una empresa se hace cargo del cobro la población no tendría excusas para no pagar.
De paso señaló que de los RD$400,000 que recaudan cada mes, por el depósito de basura en su vertedero el ayuntamiento del municipio Pedro Brand, en la provincia Santo Domingo, paga RD$200,000, y el distrito municipal La Guáyiga, de la misma demarcación, RD$70,000.
Pero esos ingresos son muy pocos para cubrir las necesidades de un municipio que tiene 426.2 kilómetros cuadrados, tres distritos municipales, y una población de alrededor de 100,000 habitantes.
Reclamos municipales. Las necesidades más urgentes de la población escapan a las posibilidades del cabildo.
En este municipio se necesita con urgencia la construcción de un nuevo cementerio, ya que el que tienen se encuentra en la entrada de la ciudad y no tiene espacio para sepultar un difunto más.
Por tal motivo el alcalde pide la intervención del Gobierno porque no cuenta con los recursos para esa obra.
“Siento que no hay interés del Gobierno para realizar esa obra por eso estamos buscando alianzas con alguna institución privada que quiera invertir para construirlo y operarlo de esa manera”, enfatizó.
Igualmente precisó que necesitan una funeraria, más equipos para el Cuerpo de Bomberos y mejorías en los hospitales municipales, que pese a tener el sistema 9-1-1 no tienen las condiciones adecuadas para dar el servicio.
Ferreira, quien es médico de profesión, afirmó que los dos hospitales de Villa Altagracia están en condiciones deplorables.
Admite deficiente servicio. Ferreira señala la situación salarial del personal que labora en el ayuntamiento como otro factor que impide el buen funcionamiento, porque no pueden contratar personal calificado.
A modo de ejemplo señaló que las personas que se dedican a recoger la basura, en su mayoría ancianos porque muy pocos quieren ese trabajo, solo devengan RD$5,000 al mes, y los policías municipales RD$6,000.
Sostuvo que con el alto costo de la vida resulta abusivo pagar entre 10,000 y 12,000 pesos mensuales a puestos administrativos. “Con salarios de esa magnitud no se puede exigir ni demandar un servicio óptimo”.
El cierre del vertedero. El funcionario mostró satisfacción al hablar sobre el programa Dominicana Limpia, el cual ha destinado un fondo de 50 millones de pesos para construir una estación de trasferencia, donde habrá un centro de acopio que clasificará los residuos, los que serán reciclados estarán aparte y los que no serán llevados hasta el vertedero de Duquesa.
“Estamos muy entusiasmados que un botadero a cielo abierto, nauseabundo que mandaba una imagen deprimente de Villa Altagracia se convertirá en un destino final modelo para la basura”, expresó.
Aunque los trabajos no comenzarán en el tiempo previsto, por inconvenientes surgidos a la hora de adquirir los terrenos necesarios los villaaltagracianos están esperanzados de que pronto tendrán los 60,000 metros cuadrados que necesitan para la construcción.
Las 80 toneladas de basura que diariamente se producen en Villa Altagracia pronto podrán ser utilizadas para la fabricación de compost (un abono obtenido a partir de diferentes materiales de origen orgánico) para ser utilizado en la producción de cacao orgánico.
El desarrollo de la exportación del cacao es uno de los proyectos que ha presentado el alcalde como plan estratégico para generar recursos a la población. Según la Confederación Nacional de Cacaocultores Dominicanos (Conacado) el cacao orgánico producido en el municipio generó alrededor de 134 millones de pesos el pasado año, pero el pueblo no alcanzó a percibir dichas ganancias.
Aunque el cacao orgánico que se produce en esta zona ha ganado premios internacionales por su calidad, no tiene identidad y su rendimiento es bajo.
En ese sentido se ha iniciado un plan de capacitación para los productores para que conozcan las técnicas de podar e injertar los árboles.
Turismo ecológico. Como parte de los trabajos para mejorar la vida de los munícipes de Villa Altagracia sus autoridades han conformado un Clúster Turístico para mostrar la belleza natural que tiene la zona.
Aunque falta crear accesos fáciles y seguros en algunas zonas, la idea es ir vendiendo todo lo que ofrece Villa Altagracia.
Las empresas participantes tienen la responsabilidad de mostrar sus cascadas, el senderismo de montañas, los arroyones, la cascada del indio, entre otras atracciones que podrían interesar a los turistas.
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