INTERNACIONAL
LOS ÁNGELES. La ciudad de Los Ángeles, tan acostumbrada a historias
cinematográficas de príncipes y plebeyas, celebra con especial ilusión
la boda de su “hija”, Meghan Markle, con el príncipe Enrique de
Inglaterra.
En el Teatro Chino de Hollywood, angelinos y turistas
se acercan para desear las mayores bendiciones a la pareja en una
enorme tarjeta que recibirá cientos de felicitaciones hasta que los
novios se den el “Sí, quiero” en el castillo de Windsor este sábado.
Esta
tarjeta de más de metro y medio alta y uno de ancho con la fotografía
de Enrique y Meghan y la leyenda “Felices por siempre”
compite estos días con las famosísimas estrellas del Paseo de la Fama.
“Estamos
superemocionados, es como una historia de princesas de la vida real, y
nos hace sentir algo así como, ¡Guau, cualquiera se puede casar con
alguien de la realeza!”, dice a Efe Tracy Tung.
En opinión de
esta profesora que acudió junto a un grupo de alumnos a firmar en la
gigante tarjeta, esta unión les llena de “felicidad” y de “orgullo de
ser de Los Ángeles”.
No muy lejos de Hollywood, la actriz, nacida
hace 36 años en Los Ángeles, se educó en escuelas privadas como la
Immaculate Heart High School, en donde hay maestras que todavía la
recuerdan.
Un buen número de sus actuales alumnas tiene previsto reunirse este sábado para seguir la boda en pantallas gigantes.
De
la misma manera, el Teatro Chino dará acceso gratuito a todos aquellos
que paseen por el bulevar de las estrellas que no quieran perderse un
detalle del enlace.
Otro lugar donde se seguirá la ceremonia con
especial interés será la casa de té Rose Tree Cottage, en la cercana
ciudad de Pasadena, cuyo dueño presume de que la prometida acudió a ese
local para aprender y practicar los detalles de esta arraigada tradición
inglesa después de haberse comprometido con el príncipe Enrique.
Precisamente,
la Cámara de Negocios Británico-Estadounidense ha organizado para el
sábado junto al cónsul general británico una fiesta “del té de la tarde”
con 200 invitados que lideran “causas que apoya la pareja real”,
incluyendo miembros de organizaciones sociales, veteranos y la comunidad
LGBT de Los Ángeles.
Matt Reents, encargado de prensa del
consulado británico en Los Ángeles, contó a Efe que el grupo de
expatriados del Reino Unido “Brits in LA” organizará una fiesta en
pijamas para esperar la madrugada y ver por televisión la boda.
El personal del consulado británico se reunirá a esperar la madrugada con el mismo propósito.
También
le sacarán partido al evento en el restaurante y bar británico The Cat
and Fiddle, en Hollywood, donde la fiesta comenzará una noche antes para
que la comunidad pueda guardar su sitio desde la madrugada para seguir
por la televisión la transmisión del casorio real.
Y es que, como
explica Tung, esta es una gran ocasión para la ciudad, pues quieren que
su vecina lleve “toda esta cultura de Los Ángeles a Inglaterra para que
ellos la experimenten también”.
Otro punto de interés inusitado
es el hasta ahora tranquilo vecindario de Windsor Hills, donde reside la
madre de la prometida, hasta cuya casa se acercan curiosos, aunque está
cerrada estos días y solo destacan en su frente dos matas de magüey
mexicano, entre otras plantas desérticas.
Uno de esos turistas
que encontraron estos días en Los Ángeles un nuevo polo de interés es la
italiana Edith Odinaka, que deseó a la futura pareja una “muy feliz
vida de casados que dure para siempre y eso significa que el amor reine
para siempre”.
“¡Que viva el amor! ¡Que viva el amor!”, exclama en italiano.
Para
la residente de origen peruano Silvia Cenzano, esta boda significa
además “algo muy bonito” al unificar dos continentes y supone incluso un
“símbolo” para los que, como la actriz, crecieron en los vecindarios
obreros de Los Ángeles de que las “comunidades de bajos recursos pueden
ir más adelante”.
Coincide con ella Tung al recordar que muchas personas llegan a la ciudad californiana con el sueño de triunfar en Hollywood.
“Mucha
gente viene a Los Ángeles para ser una actriz y, por supuesto, todo
mundo quiere ser princesa, y ella hizo ambas cosas”, destaca
Tung.”Alguien que creció en esta área, tuvo éxito como actriz y después
se casa con un príncipe, eso es un cuento de hadas hecho realidad”,
aseguró.
DIARIO LIBRE
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