INTERNACIONAL
Chile dio un giro a la derecha el domingo con la asunción del presidente
Sebastián Piñera, que derrotó por amplia diferencia a la coalición de
centroizquierda de la mandataria saliente Michelle Bachelet.
La del domingo es la segunda ocasión en que Bachelet le entrega el poder
al multimillonario ingeniero comercial. Ambos se han alternado en la
presidencia con dos mandatos cada uno entre 2006 y 2018.
La asunción se desarrolló bajo un estricto protocolo que empezó con el
traspaso de la banda presidencial y de un símbolo dorado de Bachelet a
Piñera en una ceremonia a la que asistieron los presidentes de
Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Honduras, México y Perú. Después de
juramentar en el Congreso en el vecino puerto de Valparaíso y antes de
instalarse de nuevo en el palacio de gobierno en Santiago, el mandatario
anunció iniciativas a favor de los niños y adolescentes más
vulnerables.
Acudió a un hogar de menores desprotegidos en la barriada pobre de La
Pintana, luego de que en 2016 una pequeña de 11 años que estaba bajo
cuidado estatal muriera por asfixia. En poco más de una década
fallecieron 865 niños y adolescentes dentro del mismo sistema estatal.
El mandatario anunció un Gran Acuerdo Nacional por la Infancia de 10 puntos con el propósito de mejorar y proteger sus vidas.
Piñera llega al poder apoyado por la coalición Chile Vamos, integrada
por la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), la
centroderechista Renovación Nacional (RN) y dos colectividades menores.
La UDI y RN fueron el sustento político de la dictadura del general
Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
“Su principal desafío es alinear a su coalición”, dijo a The Associated
Press el sociólogo y analista político Miguel Zlosilo, en alusión a
Chile Vamos, que en el pasado ha actuado más como pacto electoral que
como coalición política y a la que Piñera exhortó a trabajar unida.
“Hay que ver si efectivamente la derecha, por primera vez en la historia
tiene capacidad de trabajo en equipo… y proyectarse para un siguiente
período”, añadió. Piñera, de 68 años, prometió retomar el crecimiento
económico, impulsar las inversiones, mejorar los empleos y la seguridad
pública, y promover leyes que protejan a la infancia y regulen la
creciente inmigración extranjera. Durante el segundo mandato de
Bachelet, entre 2014 y 2018, el crecimiento económico del país cayó a un
promedio del 2%. Piñera afirma que la experiencia adquirida en su
primer gobierno, entre 2010 y 2014, le servirá para buscar acuerdos
nacionales con una centroizquierda fraccionada. “Desde el día uno Piñera
va a querer demostrar que con él la rueda de la economía volvió a
girar”, dijo Cristóbal Bellolio.
PERIODICO HOY
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