INTERNACIONAL
Un exalumno se puso a disparar ayer en una escuela secundaria de Florida
y mató al menos a 17 personas mientras el resto de los estudiantes
huían despavoridos.
Es la balacera más letal en un plantel escolar de Estados Unidos desde
que un hombre baleó al personal y a los alumnos de una escuela primaria
en Newtown, Connecticut. Los desesperados padres de familia corrieron a
la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas, cuyas instalaciones
fueron rodeadas por ambulancias y un equipo táctico de la policía. Video
tomado en vivo muestra a rescatistas que atendían a los heridos en la
acera.
“Es una situación horrenda”, dijo Robert Runcie, supervisor escolar del
condado de Broward. “Es un día espantoso para nosotros”. La policía
detuvo sin incidentes a un sospechoso de 19 años de edad más o menos una
hora después de que salió de la escuela, informaron las autoridades.
El jefe de policía del condado de Broward, Scott Israel, dijo que el
sospechoso, quien había sido expulsado por motivos disciplinarios, tenía
al menos un fusil y varios cargadores. Indicó que la mayoría de las
víctimas murieron dentro del edificio, aunque también hubo decesos en el
exterior.
El perpetrador fue identificado como Nikolas Cruz, dijo un funcionario
federal al tanto de la pesquisa, el cual habló bajo condición de guardar
el anonimato debido a que no está autorizado a revelar información. El
día comenzó de manera habitual en la escuela, donde se realizó un
simulacro de incendio por la mañana, y los estudiantes estaban en clases
alrededor de las 2:30 de la tarde cuando la alarma se activó de nueva
cuenta.
Noah Parness, un estudiante de 17 años, dijo que él y otros alumnos
salieron tranquilamente hacia las zonas designadas cuando de repente
escuchó varias detonaciones. “Vimos a varios maestros bajar corriendo
por las escaleras, y entonces todo el mundo comenzó a correr”, comentó
Parness. “Yo salté una barda”. Beth Feingold dijo que su hija Brittani
le envió un mensaje de texto a las 2:32 de la tarde que decía: “Estamos
en código rojo. Estoy bien”, pero más tarde le mandó otro que decía:
“Mamá, tengo tanto miedo”. Brittani pudo escapar de la escuela poco
después, pero siguió corriendo a lo largo de una avenida importante
durante algún tiempo.
El plantel es uno de los más grandes del condado con cerca de 3,000
estudiantes. Dentro de la escuela, los alumnos escucharon fuertes
detonaciones a medida que el agresor disparaba. Muchos de ellos se
escondieron bajo sus escritorios o en armarios y atrancaron las puertas.
Imágenes de televisión en vivo mostraron a los estudiantes que salían
de la escuela en una sola fila y las manos sobre la cabeza.
PERIODICO HOY
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