A través de un documento leído por su abogado Juan Antonio Delgado, el senador Wilton Guerrero expresó que “sus declaraciones que fueron publicadas por el diario El Caribe en su edición del 17 de mayo de 2012, fueron ofrecidas al calor de la álgida campaña electoral que se desarrollaba en ese momento y que enfrentaba al PLD y PRD”, este último postulaba a Hipólito Mejía.
Guerrero, además, consideró que las declaraciones de que Mejía había viajado en un avión facilitado por el cartel de Sinaloa fueron ofrecidas tras haber recibido informaciones sin confirmar previamente su veracidad.
El expresidente Mejía aceptó las disculpas, y expresó que bajo ninguna circunstancias iba a permitir que se afectara su honor y el de su familia y que ese fue el motivo que lo mantuvo firme con su querella acusación en los tribunales.
Luego de eso, el tribunal levantó una acta de conciliación y se procedió a archivar el expediente de manera definitiva.
Lección del caso
De
acuerdo con juristas consultados sobre esta situación, la enseñanza que
esto deja este proceso es que hay que ser cautos al momento de hacer
acusaciones a personas.
El abogado Carlos Balcácer entiende que antes de acusar a una persona pública se debe reflexionar acerca de las pruebas que se tienen sobre lo que se está acusando. También reconoció a ambos por haber conciliado.
En principio, la querella- demanda también incluía al director de El Caribe, Osvaldo Santana, debido a que ese medio se hizo eco de la denuncia de Guerrero, pero en noviembre de 2017, Santana fue excluido del caso.
Este proceso judicial sentó un precedente en lo que tienen que ver con la Ley de Expresión y Difusión del Pensamiento (Ley 6132).
A raíz de la querella-acusación de Hipólito Mejía, Osvaldo Santana, junto con otros directores de medios comenzaron acciones para modificar la Ley 6132 y eliminar el efecto cascada, que no era más que la imposición de una cadena de responsabilidades desde el director hasta el periodista por una difamación que produjera un tercero.
El abogado Carlos Balcácer entiende que antes de acusar a una persona pública se debe reflexionar acerca de las pruebas que se tienen sobre lo que se está acusando. También reconoció a ambos por haber conciliado.
En principio, la querella- demanda también incluía al director de El Caribe, Osvaldo Santana, debido a que ese medio se hizo eco de la denuncia de Guerrero, pero en noviembre de 2017, Santana fue excluido del caso.
Este proceso judicial sentó un precedente en lo que tienen que ver con la Ley de Expresión y Difusión del Pensamiento (Ley 6132).
A raíz de la querella-acusación de Hipólito Mejía, Osvaldo Santana, junto con otros directores de medios comenzaron acciones para modificar la Ley 6132 y eliminar el efecto cascada, que no era más que la imposición de una cadena de responsabilidades desde el director hasta el periodista por una difamación que produjera un tercero.
DIARIO LIBRE
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