NACIONAL
El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, definió de
“fascinante y hechicera” la investigación del escritor, poeta,
periodista y político dominicano Tony Raful plasmada en su reciente
libro “La rapsodia del crimen Trujillo vs. Castillo Armas”.
En un
artículo publicado este domingo en el prestigioso periódico “El País”,
de España, titulado “Bananeras”, el escritor peruano resalta que las
razones que esgrime Raful para atribuir al dictador dominicano Rafael
Leónidas Trujillo el asesinato del presidente guatemalteco Castillo
Armas, en 1957, son “bastantes persuasivas”.
Narra Vargas Llosa
que el 26 de julio de 1957, aquel apocado coronel fue misteriosamente
asesinado a balazos en un palacio de gobierno que, de manera muy
oportuna, “se había quedado esa noche sin escoltas ni funcionarios”.
Dice
que nadie creyó que el asesino fuera el solitario soldadito al que se
incriminó, y que se tejieron toda clase de conjeturas y fantasías sobre
este crimen, “pronto olvidado en los incesantes torbellinos políticos de
lo que se llamaba entonces las repúblicas bananeras de Centroamérica”.
“Según
Tony Raful, fue nada menos que Trujillo quien lo mandó matar”, escribe
el Premio Nobel de Literatura en su artículo sobre el libro del escritor
y ensayista dominicano.
Sobre la informante de Tony Raful,
Gloria Bolaños, una reina de belleza guatemalteca que fue parte del
entramado del crimen, se pregunta si trabajó para la Agencia Central de
Inteligencia (CIA).
Señala Vargas Llosa que esa es otra de las
preguntas “que quedan flotando en la mente del lector cuando cierra esta
hechicera investigación, La rapsodia del crimen”.
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