NACIONAL
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Ulmer & Juergenson, en su obra ”Cría y Manejo del Caballo”, define
que la psicología del caballo es saber cómo piensa este animal y qué es
lo que le agravia.
Es la clave para poder evaluar sus puntos fuertes y sus puntos débiles.
Sabemos que unos caballos aprenden más rápido que otros, algunos tienen
temperamento fuerte, algunos son nerviosos, otros son flojos, otros de
complexión atlética y algunos son menos hábiles.
Todos estos factores deben considerarse para obtener lo máximo de un caballo.
Afortunadamente los caballos son nobles por naturaleza, así es que se
deberá de hacer lo posible por mantenerlos de esa manera. Tampoco
podemos olvidar que los caballos se asustan con facilidad y se
confunden, por consiguiente deberán mantenerse calmados. A un caballo
nunca se le olvida lo que se le ha enseñado, sea bueno o malo; de modo
que el entrenamiento hace al caballo. Por eso es que el entrenador y el
jinete son los responsables por el comportamiento del caballo.
marquezluispuello@gmail.com
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