El mensaje fue leído por el subsecretario para las Relaciones con los Estados, Antoine Camilleri, que encabeza la delegación de la Santa Sede, y publicado hoy por la oficina de prensa vaticana.
“El objetivo final de la eliminación total de las armas nucleares se convierte en un desafío y también un imperativo moral y humanitario”, escribió el papa, quien agregó que es un objetivo “que está al alcance”. Francisco recordó su discurso ante la Asamblea General de la ONU el 25 de septiembre de 2015 y subrayó que “debemos comprometernos por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de no proliferación, en la letra y en el espíritu”.
El pontífice argentino aseguró además que ante las amenazas actuales, como por ejemplo “el terrorismo, los conflictos asimétricos, la seguridad informática, los problemas ambientales y la pobreza”, se ha demostrado “la insuficiencia de la disuasión nuclear para responder eficazmente a dichos desafíos”.
Y destacó “las catastróficas consecuencias humanitarias y ambientales que se producen con el empleo de cualquier tipo de arma nuclear, con devastadores efectos indiscriminados e incontrolables en el tiempo y en el espacio”. Ante ello, reiteró su llamamiento a la comunidad internacional “para adoptar estrategias de largo alcance para promover la paz para toda la humanidad La paz y la estabilidad internacional, que no se pueden fundar sobre un falso sentido de seguridad, sobre la amenaza de un destrucción recíproca”.
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