Nada sabe más a Navidad que una buena tableta de turrón; y es que la relación del turrón con esta época es tan antigua como legendaria.
Es quizás por ello que no hay canastas de Navidad que no tengan uno de estos dulces navideños por excelencia. El turrón, uno de los productos más tradicionales de la gastronomía española, ha calado en el gusto de varias culturas, incluyendo la dominicana.
Como todo en este mundo, con el paso de tiempo las cosas cambian y el turrón no es una excepción: ha evolucionado con los años. Ya no solo se consigue el de Jijona, duro de almendra, sino que podemos encontrar multitud de sabores diferentes en turrones de pasta dura o blanda.
El turrón básico se compone de una masa obtenida por cocción de miel y azúcar, con o sin clara de huevo, a la que se incorporan, con un amasado, almendras tostadas y peladas. Su proceso de elaboración ha perdurado en el tiempo con su fórmula tradicional, y pese a la función actual de las industrias, la receta sigue siendo la misma.
Variedad. Turrón de Jijona o el blando: se elabora con una consistente masa molida de azúcar, miel, almendras Marcona y clara de huevo.
El turrón de almendra o el duro: el de Alicante se elabora con una consistente masa que mezcla miel, clara de huevo, azúcar y almendras.
El turrón a la piedra: es un postre de estas Navidades que se elabora con almendras tostadas, azúcar glass, limón y canela.
Los más originales. Además existen otras variedades de turrones que han ido más allá del clásico, aunque conservando su origen y receta tradicional, como son:
Turrón de Agramunt: compuesto por una consistente masa de clara de huevo, avellanas, miel y azúcar.
Turrón de coco: su base principal es el coco rallado. Además se puede clasificar en la sección de los turrones clásicos como el blando y el duro por pertenecer a una variedad antigua de entre las más modernas.
Turrón de chocolate: el chocolate, un alimento bueno por excelencia, también se introdujo en los ingredientes de este producto navideño. Los tipos son infinitos: chocolate blanco y negro, con frutos secos o de arroz inflado.
Turrón de trufa: un ingrediente muy saboreado en estas fechas y que también un día se decidió integrar en los turrones.
Algo de historia. El turrón tal y como lo conocemos en la actualidad tiene su origen en la cultura gastronómica árabe. La almendra y la miel ya fueron utilizadas en Al-Ándalus para la fabricación de numerosos dulces.
Los árabes llevaron el turrón a las costas del Mediterráneo, en particular a España y a Italia. Y la versión española del turrón nace en la provincia de Alicante alrededor del siglo XV en época de Carlos V, aunque ya entonces el turrón era considerado un dulce muy afamado y consumido por la realeza y su corte.
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