Dolor, lágrimas e indignación, caracterizaron el funeral el viernes de la estudiante dominicana Kayla Cuevas, asesinada por presuntos pandilleros en suburbio de Brentwood, la semana pasada junto a su amiga Nisa Mickens, ambas de 16 y 16 años de edad.
El cuerpo de la dominicana fue encontrado frente a la escuela de Brentwood, presentando signos de una brutal golpiza que le provocó la muerte, dijo la policía del condado Suffolk.
Con el asesinato de Cuevas y Mickens, suman cinco los adolescentes encontrados muertos en Brentwood.
Después del velatorio de sus restos en una funeraria de ese suburbio, se hizo una misa de cuerpo presente en la iglesia Saint Ann y el cuerpo de la estudiante dominicana yacía en un ataúd blanco.
Llantos desgarradores, mezclados con los tristes campanazos de la iglesia, pusieron la nota más triste a la despedida final de la alumna dominicana que jugaba en el equipo de baloncesto de la escuela.
"Ella era muy querida por mí, y una gran chica. Es muy difícil para todos nosotros ", dijo la concejal del condado Suffolk, durante la ceremonia luctuosa, Mónica Martínez.
El servicio funeral en la iglesia católica comenzó con un emotivo homenaje de Martínez, que era amiga de Cuevas cuando la legislador fue directora asistente en medio de llantos, expresiones de indignación y reclamo de justicia.
La recompensa por información de los posibles responsables de los asesinatos de Cuevas y Mickens, aumentó a $15.000.
Los padres de Nisa, después de haber enterrado a su hija dos días antes, fueron al funeral de Cuevas. Instaron a todos los padres a despertar y estar alertas.
"Las madres y los padres tenemos que entrar en las cuentas de Instagram y Facebook de nuestras hijas e hijos, porque cuando uno no sabe lo que están haciendo sus hijos en el teléfono, esto es lo que sucede", dijo la madre de Mickens Elizabeth Alvarado.
El periódico Newsday dijo que los federales tienen en custodia un líder de la pandilla salvadoreña Salva Maratrucha (MS-13), que no ha sido identificado ni acusado como parte de la investigación que está en curso.
Por Miguel Cruz Tejada
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